LA MUSICA CLASICA DESDE LAS CANTIGAS DE ALFONSO X A LA SONATA PARA PIANO Nº 1 DE BOULEZ
viernes
CONCIERTO PIANO Nº 21-2º MOVIMIENTO "ANDANTE" (MOZART)
Tras afincarse en Viena, su carrera entró en su período de madurez. Las distintas corrientes de su tiempo quedan sintetizadas en un todo homogéneo, que si por algo se caracteriza es por su aparente tono ligero y simple, apariencia que oculta un profundo conocimiento del alma humana.
Las Obras Maestras se sucedieron: en el terreno escénico surgieron los singspieler El rapto del serrallo y La flauta mágica, partitura con la que Mozart sentó los cimientos de la futura ópera alemana, y las tres óperas bufas con libreto de Lorenzo Da Ponte, Las bodas de Fígaro, Don Giovanni y Così fan tutte, en las que superó las convenciones del género.
No hay que olvidar su producción sinfónica, en especial sus tres últimas sinfonías, en las que anticipó algunas de las características del estilo de Beethoven, ni sus siete últimos conciertos para piano y orquesta. O sus cuartetos de cuerda, sus sonatas para piano o el inconcluso Réquiem. Todas sus obras de madurez son expresión de un mismo milagro. Su temprana muerte constituyó, sin duda, una de las pérdidas más dolorosas de la historia de la música.
Las obras más importantes de Mozart son:
1. Óperas: Bastián y Bastiana (1768), Idomeneo (1781), El rapto del serrallo (1782), Las bodas de Fígaro (1786), Don Giovanni (1787), Così fan tutte (1790), La flauta mágica (1791), La clemenza di Tito (1791).
2. Música orquestal: Sinfonía núm. 1 (1765), Sinfonía núm. 25 (1773), Concierto para flauta y arpa (1778), Concierto para piano núm. 20 (1785), Concierto para piano núm. 21 (1785), Concierto para piano núm. 23 (1786), Sinfonía núm. 38 "Praga" (1786), Pequeña serenata nocturna (1787), Sinfonía núm. 40 (1788), Sinfonía núm. 41 "Júpiter" (1788), Concierto para piano núm. 27 (1791), Concierto para clarinete (1791).
El Concierto para piano y orquesta número 21 está estructurado en tres movimientos (Allegro maestoso, Andante y Allegro vivace assai) y fue completado el 9 de marzo de 1785 y estrenado sólo un día después, el 10 de marzo, en el Teatro de la Corte Imperial y Real de Viena.
El primer movimiento se inicia de forma tranquila con una alegre marcha en las cuerdas bajas que es respondida por las cuerdas altas y los vientos-madera. En seguida un alegre arrebato se mezcla con el tema principal. El piano hace una entrada tranquila con una configuración en forma de escala (compás 74) que desemboca en una corta cadenza (compás 79) y termina en un trino antes de que toda la orquesta repita el tema principal.
El piano elabora un poco más antes de agregar otra idea en sol mayor, que es precedida por un pasaje en la extraña escala de sol menor (compás 109). El tema principal se presenta en sol mayor, y pasa por escalas por parte del solista mientras los vientos-madera interpretan una figura melancólica. Esto pronto transita al tranquilo inicio y una reexposición en la tonalidad principal de la idea presentada anteriormente en sol mayor. Pronto, el tutti lleva el movimiento a una cadenza antes de la orquesta lo concluya con la sección final del inicio, ligeramente modificado para terminar en una nota tranquila pero distinta.
El andante, el movimiento más famoso de este concierto y que vemos en el vídeo interpretado por la Filarmónica de Berlín con Daniel Barenboim al piano y en la dirección, se inicia con una figuración de terceto en el bajo soportando una melodía lánguida. Luego de una exposición reposada de la orquesta, el solista retoma el terceto y comparte la melodía con el conjunto. Hay breves momentos de “tristeza”, pero en general el tono del movimiento es brillante y calmo.
El rondo final se inicia con la orquesta presentando un alegre y “saltarín” tema. Luego de una breve cadenza, el piano se une y elabora un poco más los temas. En apariencia el estilo es de pregunta-respuesta, con un intercambio fluido de roles por parte del piano y el conjunto. El solista usa las escalas y los arpegios para adornar los temas y una corta cadenza que transita a un tema principal. El tema principal se presenta una vez más, llevando el movimiento en sentido ascendente que termina en una nota triunfante.
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El concierto es maravilloso y sublime, pero, desde mi punto de vista, en el ANDANTE ni Mozart se ha podido superar a sí mismo. Creo que es un dulce y espléndido regalo de mi admirado compositor.
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ResponderEliminarEl 2° movimiento del concierto n° 21 Andante es inolvidable por eso lo dedico en esta ocasión al público en general
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